Posiblemente eres de esas personas que disfrutas un buen partido de futbol. Que sufres y rúes de acuerdo a la suerte de tu equipo en un partido.
Yo crecí viendo a grandes jugadores, rodeado en los estadios de personas conocedoras que me enseñaron lo poco que entiendo del juego. He vivido una gran era de paz en el futbol, donde hice grandes amigos entre los aficionados al equipo rival
Fuí de los afortunados en ver en vivo a Pelé, Maradona, Beckenbauer y muchas otras estrellas inmortales del futbol, en todo su esplendor.
Asistí a los estadios con mis padres, mis amigos, compañeros de la escuela, siempre seguros de que veríamos un gran partido y de que tendríamos material para platicar con los amigos durante días.
Todas esos recuerdos, sensaciones y vivencias me impulsan a asistir de nuevo al estadio en familia y no permitir que unos cuantos inadaptados me roben una de las mas grandes pasiones de mi vida.
Quienes amamos el futbol, quienes aún creemos que estamos a tiempo de cerrarle los espacios a lo negativo y sobre todo, quienes consideramos que la CALIDAD DE VIDA es un derecho que cada ser humano tiene, te invito a que le devolvamos al futbol ese color, esa alegría, esa dicha.
Que si nuestro equipo pierde, podamos reconocer que el rival fue mejor, o tuvo mas suerte. Que si ganamos, podamos disfrutar sin ofender al rival. Hay que ser grande en la victoria.
Que si el árbitro nos perjudica, entendamos que es un ser humano que se puede equivocar, a favor o en contra y que puede tener un mal día o simplemente, su capacidad es rebasada en un partido.
Recuperemos los estadios para nuestras familias y alentemos a nuestro equipo sin denigrar al rival. Lo que nuestro equipo necesita es apoyo, no el que estemos fastidiando al rival.
Volvamos a disfrutar un buen pase, una gran atajada, un cruce defensivo maravilloso y una gambeta mágica. A eso asistimos a los estadios, a disfrutar las habilidades, virtudes y defectos de los protagonistas en la cancha.
Recordemos que el futbol une razas, poniendo al servicio del equipo la velocidad del asiático, la potencia del africano, la picardía del latino y la frialdad del europeo. ¿Acaso no resulta un espectáculo digno el ver como un equipo realiza una defensa heróica de su puerta ante un rival superior?
No puede haber nada mejor que ver un encuentro de grandes jugadores como Messi y Cristiano en España, o Lampard y Van Persie en Inglaterra o Rafa Márquez y Oribe en México.
Cada uno en su nivel, cada uno en su espacio y con sus circunstancias. En cada país, en cada ciudad y cada barrio hay grandes encuentros donde debe triunfar la habilidad y el mejor entendimiento de las circunstancias del juego y todo ello en un ambiente de paz en el futbol.
Puedo entender que la injusticia de nuestra sociedad y el rechazo constante son la fuente de muchos de los problemas, pero no se puede escuchar el grito desesperado de los violentos debido al estrepitoso ruido que genera su violencia.
Yo creo firmemente que esa magia que provoca el futbol, es algo que nadie me puede robar jamás y que un aficionado valiente y dispuesto a defender lo suyo, llenará los estadios de nuevo, cerrando los espacios a la violencia y dando lugar a la paz en el futbol.
¡POR AMOR AL JUEGO DEL HOMBRE!
paz en el futbol
paz en el futbol
Si a la Paz en el Futbol
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