
Caos generalizado en la liga mexicana
El torneo 1930 – 1931 estaba por comenzar y el público se encontraba mas entusiasmado que nunca, Se mantuvieron los ocho equipos participantes del torneo anterior y desde las primeras jornadas se anticipaba una competencia muy cerrada entre los clubes.
Al término de la segunda jornada, se demostró que el público llevaba razón. Encuentros sumamente disputados, más de cuatro goles por juego y ningún equipo había podido ganar sus dos encuentros. Parecía que el torneo colocaría definitivamente al futbol como el deporte más seguido por las masas.
Pronto nubes negras se cernían sobre el deporte mexicano. Primeramente se anunció que el Bellavista de Uruguay, equipo que presentaba en sus filas a un gran número de campeones mundiales, realizaría una gira por México.
De inmediato los equipos y la Federación iniciaron agrias discusiones sobre quien administraría la serie y por tanto, quien se llevaría las ganancias.
Poco después, a principios de diciembre. se anunciaba con bombo y platillo la contratación de Gaspar Rubio, conocido como “el mago”, por parte del Real España.
Rubio era sin duda una de las más grandes estrellas del futbol español y debido a problemas con su club, el Real Madrid, se había fugado con rumbo a Cuba donde jugaba un poco y cobraba enormidades. Buscando mejores horizontes, el jugador había entablado negociaciones con el España para jugar en México.
El problema surgió cuando el Real Madrid boletín a la FIFA la fuga de Rubio y con base a los reglamentos vigentes, el organismo envió comunicados a las distintas federaciones en los que señalaba que el jugador estaba inhabilitado para participar en cualquier liga adscrita a FIFA.
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Caos generalizado
¡Caos generalizado!
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